ONE: Objetivo de Nitrógeno Eficaz
La eficiencia proteica es fundamental para los actuales sistemas de producción animal. Es tal el coste de la proteína y la dependencia de las explotaciones agrícolas de las materias primas nitrogenadas, que resulta esencial aprovechar lo máximo posible el aporte de proteínas.
Mejorar la nutrición de la flora del rumen para mejorar la eficiencia proteica
Cuando hablamos de eficiencia proteica, nos vienen a la mente dos conceptos:
- La autonomía proteica. Este concepto, cada vez más frecuente en la prensa, pretende básicamente reducir su dependencia cultivando plantas ricas en nitrógeno. Sin embargo, la mayoría de los sistemas no podrán llegar a ser 100 % autónomos, y existen otras posibilidades. Los aminoácidos y la búsqueda de la proteína ideal. Nos centramos aquí en la parte intestinal del nitrógeno o by-pass. Durante muchos años, se ha fomentado el uso de la metionina protegida de la degradación ruminal. El objetivo de los aminoácidos es mejorar la eficiencia proteica, ya sea aumentando el rendimiento técnico (leche y nivel de proteínas) mediante un aporte complementario, o limitando la cantidad de nitrógeno aportada a través de una formulación específica.
- Pero hay otro concepto esencial: mejorar la nutrición de la flora del rumen. La energía necesaria para producir leche y tener unas tasas satisfactorias la proporciona principalmente el rumen. Para que la flora ruminal se multiplique adecuadamente y produzca suficiente energía, los microorganismos necesitan, entre otras cosas, nitrógeno. Por lo tanto, hace falta un aporte de nitrógeno degradable en cantidad suficiente y de buena calidad.
¿Qué es un nitrógeno ruminal de calidad?
El aporte energético será cuantitativamente diferente y de distinta naturaleza dependiendo de las regiones y de las dietas utilizadas. Por ejemplo, en el sistema invernal, la proporción de ensilado de maíz de la ración puede variar enormemente. Lo mismo ocurre con el aporte energético complementario (cereal de paja, grano de maíz, pulpa, materia grasa, etc.). En consecuencia, la cantidad de carbohidratos (almidón, azúcar, etc.) que se tiene que degradar y la tasa de fermentación de estos carbohidratos difiere. Por eso, después de este aporte energético habrá que ajustar el aporte de proteínas.
Para ello, CCPA distingue cuatro niveles de aporte de nitrógeno ruminal:
- la proteína ruminal correspondiente a toda la proteína degradada en el rumen,
- el nitrógeno no proteico que se degrada casi instantáneamente,
- la proteína rápida que se degrada rápidamente en el rumen,
- la proteína lenta que se degrada lentamente en el rumen.
El objetivo es favorecer la sinergia entre el aporte de nitrógeno y la energía para que los microorganismos se desarrollen de manera óptima.
De la teoría a la práctica
Para poner en práctica este método, CCPA llevó a cabo una serie de pruebas durante el invierno de 2016-2017. Los resultados son sorprendentes, con importantes variaciones del rendimiento pese a las ligeras variaciones de la cinética de degradación del nitrógeno.
Por ejemplo, en uno de los ensayos con una ración energética moderada de fermentación rápida, un ajuste de la cinética del nitrógeno manteniendo los mismos niveles de PDI tuvo como resultado una ganancia de 1,3 kg de leche ajustada en función de las tasas.
También se están realizando otras pruebas para controlar completamente las necesidades de los animales y ser más eficaces en el futuro.
